Blog de los alumnos de 2ºD (primaria) de la Facultad de Ciencias de la Educación (Córdoba)

Cuando pensamos en cine automáticamente se nos vienen a la mente sonidos de todo tipo, música, efectos especiales y últimamente 3D; seguro que a nadie se le ocurre pensar que puede existir cine sin todos esos atributos. Pero como todos sabemos, el séptimo arte no nació así, fue progresando poquito a poco y añadiendo todos los avances técnicos que se iban produciendo para mejorar y hacer sentir al público parte integrante del film.

Todo eso está genial, hoy en día muy pocas son las películas que no te hacen estremecer con sus sonidos, que no estimulan tu sentidos para transportarte a su mundo.

Cuando escuchamos que hay un nuevo estreno esperamos que tenga todos los extras incluidos para que nos haga vibrar, sentir, olvidarnos de todo y adentrarnos en su historia; sin embargo, nos olvidamos de algo muy importante, y es que no deja espacio para nuestra imaginación ni para nuestra capacidad de intuir.

En este año todos hemos oído más de una vez, y más de dos, el título The Artist; y es que, no en vano, ha arrasado en la mayoría de las entregas de premios a los que ha sido nominada.

Y digo yo, que en la era de la tecnología donde si algo no tiene efectos especiales o aparecen mil robots (por decir algo) no es de interés, el hecho de que una película que cuenta la historia de un hombre utilizando sólo el lenguaje corporal y acompañada de un hilo musical sea una de las más premiadas da mucho que pensar, ¿no?. Por esta razón he querido escribir sobre este género cinematográfico.

No pretendo alardear sobre mis conocimientos sobre cine, porque no los tengo, ni dármelas de chica alternativa a la que no le va lo comercial, porque no es así; sólo quiero acercar a la gente un tipo de cine que a mí me enamoró.

Descubrí el cine silente hará más o menos un año, me gustó mucho el cartel de una película y se lo regalé a una amiga, al tiempo, de casualidad, me encontré con la peli en una canal de la tele:

EL Chico de Charles Chaplin.

Es una historia maravillosa como dice al principio: «A picture with a smile and perhaps, a tear»; cuando la ves te ríes y te emocionas.

Sí, sí, habéis leído bien, te ríes y te emocionas; a menudo cuando he recomendado esta película me han contestado: «es que si no habla me aburre» o cosas por el estilo.

Estamos tan saturados de estimulación artificial, nos hemos acostumbrado a que nos den    todo hecho que nuestra mente se ha vuelto vaga, ya no quiere imaginar ni pensar, ya no quiere prestar atención a los pequeños detalles que son los que de verdad nos hacen vibrar.

El cine se ha vuelto tan informático que se nos olvida cómo empezó: con un señor que con una mueca quiso hacerte reír; ésa es el arma más esencial y poderosa que tiene el cine :el actor, el artista.

Al igual que la voz humana es el instrumento que más nos puede llegar a emocionar, al verdadero artista no le hace falta más que él mismo para lograrlo.

Se nos ha olvidado que una mirada o una sonrisa nos puede llenar el alma o estremecernos el corazón, y que no importa si no es en 3D, porque el dejarte llevar solo lo consigue un buen actor.

Comentarios en: "EL ENCANTO DEL SILENCIO" (1)

  1. Raquel dijo:

    si si,pero olvidaste comprarme el marco….jajaja

Deja un comentario

Nube de etiquetas