UNA NOVELA HISTÓRICA

Un libro que os aconsejo se titula LA CAÍDA DE LOS GIGANTES, escrito por Ken Follett. Es aconsejable su lectura porque nos da una visión de acontecimientos que ocurrieron en la primera mitad del s. XX a nivel europeo y mundial, de forma amena al estilo de este autor. Al mismo tiempo relata historias de amor, sentimientos, vivencias de los protagonistas, que se desarrollan a la vez de los acontecimientos históricos, haciéndolos más interesantes y despertando en el lector el deseo de saber el desenlace.

Esta novela narra de forma entrelazada la vida de varias familias a comienzos del s. XX, coincidiendo con la I Guerra Mundial, la lucha de las mujeres inglesas por la representación en el Parlamento, encarnada en la persona de una mujer inglesa procedente de la zona de las minas. A la vez nos describe como es la lucha en los frentes de la Primera Guerra Mundial, como por ejemplo, la guerra de trincheras. También nos cuenta la historia de dos hermanos de origen ruso, uno de ellos huye a EEUU, aprovechando la historia de este personaje para narrarnos la influencia de EEUU en la I Guerra Mundial, y la situación económica y social del país. Asimismo, nos cuenta la caída del régimen del zar Nicolás II de Rusia, y la situación económica de Rusia, a través de la vida del otro hermano ruso que se queda en el país formando parte de los acontecimientos sociales y políticos.

En esta novela épica se mezclan personajes históricos como: Churchill, Clemenceau, Wilson, con otros personajes ficticios; pero nos da una visión muy completa y hasta minuciosa de situaciones que pudieron ser reales, como las que ocurren en los frentes de la guerra, en el Parlamento inglés, en la Rusia revolucionaria, o en la Alemania Imperial de Bismarck. Se deja vislumbrar como quedaría el mundo tras la caída de los zares, la derrota de Alemania, el ascenso de la clase obrera y especialmente de las mujeres en el Parlamento inglés, y el papel que EEUU asumiría a partir de entonces como potencia mundial. Igualmente, nos habla del nacimiento de la Sociedad de Naciones al final de la Primera Guerra Mundial, organismo que se creó para velar por la paz mundial y que con el tiempo se demostraría que no fué eficaz.