Blog de los alumnos de 2ºD (primaria) de la Facultad de Ciencias de la Educación (Córdoba)

El pasado día 24 de Febrero, tuve la gran suerte de descubrir por recomendación de un amigo mío, una película del año 1996 titulada   ” El planeta libre” que curiosamente tiene muchísima relación con lo que estamos trabajando en esta misma asignatura y concretando aún más, con el experimento llevado a cabo el día  26 de Febrero cuyo fin era descubrir el grado de adicción que la sociedad y más especificamente , nosotros mismos, tenemos sobre la tecnología y medios de comunicación entre otras cosas.

La inercia y necesidad sobre éstos es más que evidente y por ello, voy a resumir y recomendar dicha película que creo que vendría muy bien OBSERVARLA, ASIMILARLA Y ESTUDIARLA para concienciarnos de nuestra forma de desenvolvernos en la vida y la influencia que estas tecnologías producen en nosotros de forma inconsciente así como los diferentes estilos de vida que llevamos.

Resumen de ” El planeta libre”

En en año 6000, un planeta lejano y de pequeño tamaño, posee una población cuya apariencia es muy similar a la del ser humano. Esta sociedad está tan avanzada que incluso son capaces de prescindir desde hace mucho tiempo del dinero y de la dependencia de casi todos los objetos materiales y tecnológicos que en nuestros días son tan reclamados y adictivos en algunos casos por la comodidad y entretenimiento que estos nos aportan.

La esperanza de vida de estos seres ronda alrededor de los 250 años y sus actividades cotidianas giran entorno a la naturaleza y su conexión o contacto con ella.

Esta sociedad tiene por costumbre realizar una reunión anual en plena naturaleza en la cual cada uno de los participantes intercambian libremente sus productos o alimentos fruto del trabajo propio ayudandose los unos a los otros compartiendo todo lo que tengan y deciden también en forma comunitaria los viajes a realizar hacia otros planetas. Cuando ésto ocurre, surge siempre la misma pregunta: “¿Alguien quiere ir a la Tierra?”. Pero nadie se atreve a hacer un viaje a este peligroso y primitivo mundo, hasta que Mila, la hija del último hombre que se atrevió a visitar La Tierra, se ofrece como voluntaria ante la atenta y admirada mirada de los demás.

Cuando Mila llega a La Tierra, aterriza en París en medio de todo el caos urbano que una gran ciudad provoca, produciendose situaciones graciosas pero que a la misma nos hacen reflexionar sobre el modo de desenvolvernos en el mundo. Cada vez que Mila contacta con humanos, se activan sus ondas provocando cambios en la actitud y comportamientos en éstos, haciendoles desconectar en mayor o menor medida de la realidad en la que viven diariamente.

A través de los ojos de alguien que no vive la cotidianeidad de nuestras actividades habituales como humanos, podemos descubrir con una dosis de humor diversos aspectos de nuestra sociedad, sus distorsiones, sus contradicciones, caminos perdidos en los que a veces transitamos, y muchas conductas aberrantes que dentro de las pautas de la civilización solemos juzgar y denominar como “normales”, dando por sentado que lo que entendemos como normal es lo correcto y lógico.

La película es capaz de mostrarnos también la gran ayuda que obtendríamos si pudiéramos conectar con otras realidades y otros niveles de conciencia que buena falta nos hace, como mínimo nos haría pararnos a pensar que se entiende por “normal”, quién establece lo que está bien o no en este mundo al revés.

Por último destacar a modo de conclusión, que esta película invita a un tremendo ejercicio para entender de qué manera y sin darnos cuenta, caemos incoscientemente en cuadrículas establecidas por la sociedad así como modelos mentales que rigen la realidad marcandonos parámetros de “lo que debe ser”, y las pautas culturales acerca de la forma en que pensamos y actuamos.

Se queda corto decir algo así como OS LA RECOMIENDO, muy corto…

Inmaculada Rojas Ortíz  2ºD

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